La España polifónica es un nuevo paradigma sobre cómo concebir la organización territorial de la comunidad política española, que permita evolucionar el Estado autonómico en consonancia con los nuevos retos y exigencias que expone nuestra sociedad y el contexto histórico en el que ésta se encuentra.
En un momento de renovado interés por el debate sobre nuestra organización territorial, en el que resurgen propuestas que quieren desmontar la descentralización consolidada durante el periodo democrático, la respuesta de quienes defendemos esta forma de organizarnos, que conjuga unión y pluralidad, no puede ser simplemente oponerse a la recentralización con más descentralización. Es preciso descentralizar mejor. Es necesario descentralizar diferente.
El punto de partida: ya no podemos seguir pensando en términos de un centro y de una periferia. Como en muchos otros Estado de tradición unitaria que han experimentado en las últimas décadas procesos de descentralización o de devolución del poder político, España ha desarrollado hoy capitalidades múltiples, y sus consecuentes relaciones de poder territorialmente compartido y a la vez competido.
Todo ello significa hoy concebir la mejora de la organización territorial como un punto de equilibrio más armónico entre los centros de la gobernación y las periferias que la sostienen.
Y para ello, la España polifónica consiste en una apuesta política definida por la evolución de un modelo multinivel de Estado desde dos planos principales: el orgánico y el dinámico.